Localización: Situada en el municipio de Sanxenxo (Pontevedra) en el extremo occidental de la comarca del Salnes, al lado de la Ermita de la Lanzada
Descripción: Es una pequeña cala de unos 50 metros de largo, ventosa y de un fuerte oleaje, de arena fina y de color anaranjado con unos grandes cantos rodados a los lados.
Como llegar: Desde Sanxenxo o Portonovo tomad la carretera C-308 en dirección O Grove, si queremos ir por la costa, o la via rápida do Salnes V.G-41, que sale en la Lanzada, y de ahí coged la C-308 en dirección a Sanxenxo por la costa, y a 800 metros está la Ermita de la Lanzada, al lado la playa de nuestra señora.
Sus coordenadas GPS son:
Latitud: N 42°25’46.0″
Longitud: W 8°52’36.0″
Consejos fotográficos: Siempre digo que el mejor de los momentos para fotografiar es en la puesta de sol, aunque es una playa que se da muy bien para fotografiar a cualquier hora del día tanto con la marea baja como llena. El color de sus aguas mezclado con el color de la arena dan un colorido a las fotografías muy hermoso. Sus cantos rodados de color anaranjado nos dejan hacer volar la imaginación y con sus texturas y formas logran hacer composiciones espectaculares. Al tener la Ermita de la Lanzada al lado podemos encuadrar de mil formas diferentes la playa y, sobre todo, con la puesta de sol. Los colores de la arena el agua y las rocas nos hacen a los aficionados a la fotografía vivir momentos inolvidables. Aconsejo bajar a la playa, aunque desde arriba, para el que no quiera arriesgar, se pueden hacer también encuadres impresionantes. Si bajáis y queréis andar por las piedras controlad como trabajan las olas para que no os pillen desprevenidos y tened cuidado ya que son lisas y resbaladizas. Una playa muy abierta en la que hay que ir muy abrigado.
Leyenda: Esta playa es muy conocida porque en ella se lleva a cabo el rito de la fertilidad conocido como el baño de las nueve olas que se realiza el último domingo de agosto por el que se promete concebir un hijo. Este rito no es solo en la playa de nuestra señora sino también en la playa de la Lanzada. No es solo la playa, ni el mar, ni las olas, es también la ancestral capilla, las rocas y el enclave mágico en el que se sitúa. Porque las mujeres que buscan descendencia, si son conocedoras de los misterios de la Lanzada, no se conforman con el baño. Van también al acantilado que hay detrás de la capilla y buscan “a cuna da santa”, una roca con forma de asiento que entronca con las creencias fecundadoras y en las que se sientan o se acuestan para pronunciar su deseo.
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